Tim Cook (izq.), consejero delegado de Apple, junto a Steve
Jobs, su antecesor, en 2010. | Reuters
- Apple, en su mejor momento
un año después de la muerte de su fundador
- Vende más que nunca y es la
mayor empresa del mundo por su valor en Bolsa
- Las críticas se ceban con
los nuevos mapas pero Jobs los puso en marcha
- Tim Cook ha tomado
decisiones financieras en contra de lo que pensaba Jobs
- Los expertos coinciden que
la hora de la verdad para Cook está por llegar
Jose A. Navas | Madrid
"No
somos perfectos. Es un asunto que se ha exagerado demasiado, todos los
teléfonos tienen puntos débiles, no hemos encontrado aún la forma de saltarnos
las leyes de la física".
"Con
el lanzamiento de nuestra nueva aplicación Mapas no estuvimos a la altura
de este compromiso [crear grandes productos]. Lamentamos mucho la frustración
que esto ha ocasionado en nuestros clientes".
Dos
formas diferentes de pedir perdón en una empresa poco acostumbrada a ello, dos
formas diferentes de liderazgo. La primera frase la pronunció
Steve Jobs, fundador de Apple, en 2010 después de
los
errores en la antena del iPhone 4. Casi 40 días
de críticas después Jobs dio una rueda de prensa en la que
extendió el
problema al resto de la competencia.
La
segunda está extraída de
la carta que envió su sucesor al frente de la
empresa, Tim Cook, hace una semana por los
fallos en los mapas que lanzaron para sus
dispositivos. Al contrario que Jobs, Cook
no sólo no criticó a la
competencia sino que recomendó sus aplicaciones, como los mapas de Google,
su principal rival, como una alternativa a la suya propia.
Jobs,
que
murió hace ahora un año, se ha descrito siempre
como un genio visionario -algo tiránico también- que era capaz de distorsionar
la realidad a su alrededor. Su sucesor, Tim Cook, está en las antípodas de esas
cualidades. Su mayor aval en el gigante de Apple como vicepresidente de
operaciones
había sido lograr unas cuentas excelentes y distribuir sus
productos por todo el mundo en un tiempo récord. En definitiva, alguien muy
cerebral.
Con
el fiasco de los mapas, muchos medios de comunicación, usuarios y analistas
se han comenzado preguntar si
la ausencia de Jobs se está ya dejando notar -para mal- en el gigante de
Cupertino.
"Apple
tiene que luchar ahora con
la figura mitificada de Jobs, que también lanzó
productos incompletos, servicios inmaduros y dispositivos que eran sólo una
mejora incremental de lo anterior (aparte de la excelencia en muchos factores,
claro). Si unimos las expectativas desmesurada respecto a sus anuncios, el 'se
nota que ya no está Jobs' se va a convertir en un lugar común y es algo contra
lo que veo muy difícil que puedan luchar", explica Antonio Ortiz,
cofundador de WeblogsSL y autor del blog
Error500.
Los logros de Cook
Si
Cook es un hombre de números, estos no pueden darle más que la razón. No es que
Apple no se haya hundido sin Jobs, es que está mejor que nunca. Las
acciones han subido nada menos que un 65% en el último año, hasta 670 dólares
por título, y han convertido a la empresa en la mayor del mundo por su valor de
mercado con 630.000 millones de dólares.
Tim
Cook, en la presentación del iPhone 5. | Afp
Es
evidente que Cook no tiene la misma presencia y magia que Jobs en el escenario.
Muchos echan de menos los tradicionales
'One more thing' -y una cosa más- que
Jobs se
guardaba en la manga al final de las presentaciones de nuevos productos
para crear expectación y suspense.
Quizá
eso tenga que ver con que la prensa especializada se mostrara decepcionada con
la
presentación del iPhone 5 hace unas semanas. De
hecho, el nuevo consejero delegado
tan sólo acaparó 11 minutos de una
presentación de casi dos horas y dejó el protagonismo a su equipo.
Sin
embargo, el nuevo modelo de su producto estrella
ha batido todos los récords de venta anteriores,
en gran parte
gracias a una excelente ingeniería de distribución: ha
salido al mercado prácticamente a la vez en 30 países, algo impensable hace
unos años, y llegará a 100 antes de fin de 2012.
Pero,
probablemente, el logro más importante de Cook en este año -y del que no se
habla tanto en los medios- lo consiguió en noviembre del pasado, tan sólo tres
meses después de acceder al cargo como consejero delegado. El nuevo líder
convenció a toda la cúpula directiva para que permaneciera en la empresa,
algo clave para mantener en el futuro lo logrado hasta ahora. Aunque no le
salió barato: Apple gastó 100 millones de dólares en acciones a los ejecutivos
clave a cambio de su permanencia durante cinco años más.
Mapas y dividendos
Jobs
era un obsesivo perfeccionista -al menos así se le describe en la
biografía que publicó el pasado año
Walter
Isaacson-. Por ello, algunos analistas han considerado que nunca hubiera
lanzado la aplicación de mapas que ha sustituido al servicio de Google en los
iPhone y iPad con la cantidad de errores que contenía, algo que sí ha hecho
Cook
Scott
Forstall, vicepresident de iOS, presenta la nueva app de mapas. | Reuters
Pero
la realidad es que, más que probablemente, Jobs, que estaba especialmente
dolido por que Google hubiera "robado" sus ideas en la telefonía
móvil con Android según el libro de Isaacson,
fuera el principal impulsor
del cambio. Jobs, que puso en marcha la
batalla judicial contra Samsung y otros
fabricantes por sus teléfonos con Android, instaló un equipo secreto en una de
las oficinas de Apple en Cupertino para trabajar en la nueva aplicación de
mapas hace años, según
ha desvelado esta semana
Bloomberg.
"Tengo
dudas que la decisión de los Mapas sea mala. Ahora no son un buen producto,
pero crear una aplicación de mapas es muy difícil, tardas mucho en tenerla bien
rodada, lo importante no es el diseño sino que lo lances lo antes posible
porque, si no, Google sigue mejorando y le está dando paso a un competidor",
afirma por teléfono Enrique Dans, experto en Sistemas y Tecnologías de la
Información de IE Business School.
Los
mapas son una importante fuente de datos de tus usuarios y hay un enorme
potencial de ingresos en las aplicaciones. Por ello, no parece que Apple
tuviera otra opción que pasar por el escarnio de lanzar una app imperfecta si
no quería seguir alimentando a su principal rival aunque fuera a costa de
empeorar la satisfacción de sus usuarios.
Pero
Cook sí que siguió el mensaje que le dejó su antecesor -
"No plantearse
la pregunta de qué haría Steve"- en una decisión que Jobs nunca
hubiera realizado: la
primera entrega de dividendos en 17 años. La
compañía gastó 45.000 millones de dólares en la remuneración a los inversores y
en recomprar acciones después de haber acumulado 95.000 millones en su
tesorería.
Cook
también
se enfrentó a uno de los principales puntos negros -posiblemente
el más polémico- en Apple con mucha más decisión que su antecesor. En marzo
visitó una de las
plantas chinas de Foxconn, donde se fabrican el
iPhone y sus otros productos. Jobs jamás pisó las factorías, en las que, según
varios informes, se violan derechos laborales con jornadas superiores a lo
permitido y
se incumplen medidas de seguridad. Tras la visita
de Cook, la compañía
llegó a un acuerdo con Foxconn para aumentar el
sueldo de los trabajadores y mejorar sus condiciones laborales.
Retos futuros
En
lo que hay consenso es en que aún falta por llegar la hora de la verdad para
Cook. Todos los productos lanzados este año por la compañía son evoluciones
de lo que Jobs supervisó durante su liderazgo. De hecho, el iPhone 5 fue el
último en el que se recogieron sus ideas, según Bloomberg.
"Va
a llegar el momento en que Apple tenga que dar un salto más allá de las mejoras
incrementales, algo que por fuerza tendrá que suceder por la propia
naturaleza de la compañía y el estado de la competencia", argumenta
Antonio Ortiz, quien apunta, como se ha venido rumoreando en el último año, con
la televisión como el posible nuevo campo al que se lance la empresa.
Tim
Cook (izq.) junto a Jobs en 2007. | Efe
Cook tendrá así que demostrar en los próximos años que tiene el mismo olfato
que su antecesor para abrirse camino en campos donde aún no está
presente Apple -el iPod en la música, el iPhone en telefonía y el iPad
en las tabletas- para poder mantener el descomunal crecimiento de los últimos
años.
Será algo que ocurra a medio plazo mientras todas las previsiones apuntan a
que el gigante seguirá su senda alcista, también en la Bolsa. "Si los
inversores empiezan a ver que la eficiencia de la empresa se relaja, podríamos
ver desinversiones. Estamos hablando del medio plazo y del hipotético
caso de que surjan nuevos problemas, sin embargo en el corto plazo
nada indica que su senda alcista haya terminado", afirma Soledad Pellón,
analista de IG.
"Hay centenares de empresas que han continuado teniendo éxito
sin su fundador o estandarte, e incluso han conseguido crecer. Por
poner un ejemplo, Walt Disney falleció en 1966 y la compañía que fundó sigue
siendo una de las empresas más grandes del mundo", cree Julián Lirola,
analista de Self Bank.
Apple renació con la segunda 'era Jobs' en la empresa en los noventa. Un año
después de su muerte, la etapa Cook no ha hecho sino empezar, así que habrá que
esperar para comprobar si es capaz de emular los éxitos de su antecesor.
Enlace articulo original: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/04/navegante/1349344537.html