Por Miguel Jorge
La presión del lobbie estadounidense para asegurar modelos y leyes que restrinjan los usos de intercambio de archivos en la red y salvaguarden los modelos de negocio de la industria del entretenimiento, tuvieron en Nueva Zelanda un efecto sin precedentes. Según cables de WikiLeaks, la embajada de Estados Unidos presionó al gobierno del país desde el 2005 hasta la ley que se conformó hace unos días, financiando y ofreciendo fondos para su construcción y redactando el proyecto de ley.
Al paso que vamos, podemos encontrarnos a finales de este año con una lista extensa de países con leyes reguladores de los derechos de autor promovida y auspiciada por Estados Unidos. España, Suecia, Canadá y ahora Nueva Zelanda son algunos de los países que este año han modificado o modificarán leyes para implementar un sistema de regulación en la red, todas ellas, en claro favor o bajo presión del lobbie estadounidense.
El caso que nos ocupa en Nueva Zelanda sale a la luz unas horas después del cable de WikiLeaks donde se revelan las presiones ejercidas en Canadá para aplicar medidas a los derechos de autor, llegando incluso a intentar avergonzar al gobierno canadiense para que actuará con celeridad. La nueva filtración demuestra como Estados Unidos ofreció la reciente ley aprobada, una regulación basada en la Ley Hadopi por la que los usuarios tienen un sistema de tres avisos por vulneración del copyright por parte de los ISPs hasta un corte definitivo con multa por un tiempo pasados los avisos.
No sólo eso, el gobierno estadounidense se comprometió a aportar hasta 500.000 dólares neozelandeses para financiar las acciones y configurar la ley. Desde presiones en el año 2008 (momento en el que se aprobó el primer proyecto de ley reguladora) donde se exponían las “deficiencias” de la ley aprobada, hasta apoyos a los miembros del gabinete que estaban por la labor de redactar una regulación.
En el año 2009 y no contentos con la situación que se daba en Nueva Zelanda, el cable revela el siguiente escrito de la embajada:
A lo largo de los últimos tiempos, la Embajada siguió reuniéndose con las partes interesadas sobre los derechos de propiedad intelectual para determinar los procesos y promover la resolución, una disposición viable. La respuesta de los ministerios ha sido satisfactoria y nos han dado garantías de seguir comprometidos. La embajada insiste en la necesidad de una línea de tiempo más corta y en determinar los detalles de un período de notificación. Hemos propuesto la redacción de la propuesta de proyecto de Ley para evitar percepciones erróneas sobre la protección de los derechos de autor.
El cable finalmente pone de manifiesto la voluntad de Estados Unidos a pagar los más de 500.000 dólares neozelandeses para financiar a la industria discográfica la ejecución del proyecto.
Como decía al principio, lo que tenemos delante es la confirmación de un secreto a voces. Todas las leyes que se están construyendo en base a regular la red tienen un mismo origen. En este caso además, se revela que a las medidas de presión se añadió una posible financiación y la redacción completa de la ley. A estas alturas no creo que debamos tener ninguna duda de al importancia de Estados Unidos para prácticamente la totalidad de países de occidente, llegando a conseguir modificar leyes impopulares que se anteponen a otros derechos como el de la privacidad.
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