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Personalidades que presumen de moralidad intachable o miles de funcionarios
estadounidenses se están viendo ante el aprieto de explicar el uso que daban de
la web de infidelidad Ashley Madison, cuya lista de
usuarios fue filtrada la semana pasada.
El terremoto desatado por el robo y
divulgación de los datos de esta red social para organizar citas entre personas
casadas parece no tener fin ypodría incluso motivar acciones
disciplinarias contra funcionarios o militares que han
flirteado en horas de trabajo. Según unas primeras estimaciones, hasta 15.000 direcciones de correo electrónico podrían
ser de dominios del Gobierno o las Fuerzas Armadas estadounidenses, lo cual
podría probar haber sido una decisión muy desacertada, especialmente para los
militares.
El uso de un correo electrónico de trabajo militar para asuntos
que no entran dentro de las tareas diarias asignadas podría motivar acciones
disciplinarias, que se sumarían a todos aquellos matrimonios que, por la
filtración, se han tenido que enfrentar a la revelación de la infidelidad.
No obstante, el hecho de haber tenido
una cuenta en Ashley Madison no podría ser suficiente prueba para que el
Departamento de Defensa castigue a alguno de sus empleados por mala conducta o
adulterio, una ofensa bajo el código de conducta militar. Aunque la adulterio
no es contemplado explícitamente en el código de conducta militar, el Artículo
134 prohíbe actos que manchen la imagen de las Fuerzas
Armadas y sean perjudiciales para el mantenimiento de la
disciplina, algo que podría ser usado en casos extremos de infidelidad con la
plataforma de Ashley Madison.
Otras agencias como el Departamento de
Seguridad Nacional están investigando el uso que sus funcionarios pudieron
hacer de Ashley Madison en el trabajo. La agencia gubernamental aseguró en un
comunicado que examinará cada caso «como un asunto de gestión de personal,
y también de seguridad», ya que las relaciones y las comunicaciones promovidas
en esta red de infieles podrían haber vulnerado normas.
La popularidad de Ashley Madison podría
haber llevado a suscribirse afuncionarios casados de la Casa
Blanca o el Congreso, que además de ser figuras relativamente
públicas, manejan asuntos sensibles de seguridad nacional. Entre los correos
electrónico de los nombres más destacados del mundillo de Washington, los medios
han dado con el de Hunter Biden, el
hijo del vicepresidente de EE.UU,Joe Biden.
Hunter Biden, de 45 años, casado y con
tres hijas, reconoció este martes al canal ABC que la dirección es suya, pero
«la cuenta fue claramentecreada por otra persona sin mi conocimiento».
Entre los nombres de más alto perfil incluidos en la filtración de Ashley
Madison se encuentran adalides de la moralidad como Josh Duggar, una estrella
televisiva que predica ser virgen hasta el matrimonio, quien se ha disculpado
por ser un «hipócrita» e infiel a su mujer.
El malestar que la filtración ha causado
en infieles de Estados Unidos ha motivado que ayer se presentara las primeras
cuatro demandas contra la filial de la empresa canadiense en un tribunal de Los
Ángeles (California). En las últimas 24 horas, se han interpuesto sendas
demandas en Texas y Misuri y dos más en California, todas de ellas firmadas por
demandantes anónimos.
Los demandantes acusan a la empresa de
negligencia e invasión de la privacidad, y piden varios millones de dólares en compensaciones por
causar a aquellos que constaban en la lista de clientes problemas emocionales.
Ashley Madison, un web de citas para personas casadas que querían ser infieles,
tiene 37 millones de usuarios en todo el mundo. La lista completa de correos
electrónicos y nombres de todos los usuarios fue revelada el 18 de agosto por
el grupo de piratas informáticos Impact Team.
Enlace al
articulo original: http://www.abc.es/tecnologia/informatica/20150826/abci-funcionarios-eeuu-infieles-ashley-201508260029.html
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